lunes, 28 de marzo de 2016

Uranio: usos y consecuencias

Uranio, un elemento mundialmente conocido. En los últimos años (y durante gran parte de la historia), este elemento se ha visto rodeado de polémica y discusiones legales debido a las consecuencias que este trae. Sin embargo, a pesar de su "popularidad", la sociedad presenta un gran desconocimiento sobre este. Por esto, decidí desarrollarlo un poco. 

Uranio en estado sólido.
El Uranio (representado por U en la tabla periódica) es un metal que presenta un número atómico de 92. Además, según nos cuenta Sánchez (2001), es el elemento químico más pesado que se encuentra en la naturaleza (en los isótopos 234, 235 y 238 de este mismo). Pero, de todas sus características, la más reconocida es la gran cantidad de energía que emite, de ahí su alta radioactividad.

Este elemento es de gran valor, por lo que es bastante reconocido económicamente hablando (a pesar de que su precio haya bajado significativamente en los últimos años). Entre sus mayores productores destacan Canadá, Níger, Australia y los Estados Unidos de América. Pero, ¿por qué es tan valioso? Bueno, esto se debe a que, gracias a su alta emisión de energía, sirve como combustible para los reactores nucleares (grandes productores de energía a nivel mundial). Además, el uranio resulta sumamente útil para la estabilización de los aviones e incluso para conocer la edad de la Tierra.

Sin embargo, de todos los usos relevantes que se le puedan encontrar al uranio, el más conocido (y el más polémico) recientemente es el de las armas nucleares. Tanto el U-235 (isótopo de uranio 235) como el U-238 (que se puede transformar en plutonio por medio de ciertos procesos químicos) son utilizados para armamento militar de gran calibre. Los casos más famosos son los de las bombas nucleares de la Segunda Guerra Mundial. Con esto nos referimos a “Little Boy”, la bomba soltada Hiroshima (que contenía U-235) y a “Fat Man”, la bomba soltada en Nagasaki (que contenía plutonio 239).

Esto hace obvia una de las principales consecuencias negativas del uranio, los conflictos bélicos. Y con esto no solo hablamos de las bombas atómicas, sino también de las “guerrillas” que se dan entre países por la extracción de este mineral. Esto nos muestra la BBC (2013), al contarnos que Francia estuvo bombardeando zonas de Mali y desplegando fuerzas armadas cerca de una de las principales fuentes mineras (de uranio) en Níger. Además, el uranio se ha vuelto un producto traficado en el mercado negro (ya que el comercio público de este es ilegal en muchos países), aumentando las redes de comercio ilícitas en el mundo. Todo esto es causado por el valor que tiene este mineral, lo que despierta el interés de muchas personas (y países).

Por último, la gran radioactividad presente en el uranio (y su gran uso) genera muchos problemas de salud en los seres vivos en general. Rowlatt (2014) nos cuenta como “el contacto directo con el uranio puede causar envenenamiento y daños en las células” (incluso puede llegar a eliminar algunas de estas). Esto es explicado mejor por Sánchez (2001) que nos dice que “el riesgo radiológico de los isótopos del uranio tiene fundamentalmente su origen en las emisiones alfa, siendo la inhalación e ingestión los caminos a considerar”.

Dicho esto, notamos la gran polémica alrededor de este elemento, cuyas funciones, sobre todo la de proporcionar energía, son bastante útiles y eficaces, pero traen consigo gran cantidad de riesgos. 


Referencias


Rowlatt, J. (2014). El uranio: el elemento más polémico. BBC Mundo. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/11/141031_finde_uranio_quimico_polemico_finde_ac

Sánchez, J. (2001). Uranio: mitos y realidades. El caso del uranio empobrecido. Gestión del Repositorio Documental de la Universidad de Salamanca (GREDOS). Recuperado de: http://gredos.usal.es/jspui/bitstream/10366/55642/1/DEHE_Uranio%2c%20mitos%20y%20realidades.pdf


BBC. (2013). Francia, Mali y el uranio de Níger. BBC Mundo. Recuperado de: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/02/130205_mali_francia_uranio_niger_men


2 comentarios:

  1. Opinión personal

    Es bastante interesante un artículo como este, debido a que la energía nuclear se sigue viendo rodeada de gran polémica y las ideas que se tienen sobre esta están bastante desactualizadas.

    Primero, deberíamos ya saber que la utilización de plantas nucleares no emana dióxido de carbono, por lo que no perjudica la atmósfera, que es uno de los principales problemas que tienen los combustibles fósiles. Reduciendo el constante daño que recibe la atmósfera (y la preocupante situación actual en la que se encuentra) hacen de la energía nuclear una alternativa limpia a los combustibles fósiles.

    Segundo, la energía nuclear es bastante efectiva, lo que la convierte en un gran reemplazo de las otras fuentes de energía que contaminan bastante. Esto, junto con el hecho de que no emana dióxido de carbono, convierten a la energía nuclear en la perfecta “alternativa verde” para la producción de energía. ¿O no?

    Lamentablemente, no. El gran problema de las energías nucleares yace en los residuos que esta produce. Como habíamos dicho anteriormente, el uranio (uno de los elementos utilizados para la producción de energía nuclear) es altamente radioactivo. Entonces, los residuos producidos al realizar el proceso (para “conseguir la energía”) también son altamente radioactivos. Entonces, estos deben ser almacenados por cierto tiempo (debido a que permanecen “activos”) de una forma especial para que estos no tengan contacto con personas u otros seres vivos. Esto causa gran cantidad de problemas, porque, en algunas ocasiones, los desechos no son bien almacenados, trayendo consecuencias bastante serias al tener contacto con el ambiente. Estos contaminan mucho más que los desechos “normales”.
    Aparte de esto, se corre con el riesgo de que ocurra un accidente en la planta nuclear, causando una catástrofe. Los casos más conocidos son el accidente en Chernobyl (Chernóbil), Three Mile Island y Fukushima (un evento bastante reciente). Después de estos, se ha visto un aumento en enfermedades como la leucemia, en las personas que viven alrededor de esa zona y, en el caso de Chernobyl, fue declarada inhabitable. De todas las catástrofes ambientales de origen nuclear, Fukushima y Chernóbil son consideradas las peores.

    Por último, la energía nuclear ha traído gran cantidad de conflictos bélicos. Guerrillas por la obtención del uranio (y otros elementos), la conquista de países solo para conseguir las minas donde estos elementos se pueden extraer (como le pasó a muchos países de África) y, por último, la utilización de la energía nuclear para elaborar armas de destrucción masiva, como las que menciona este artículo. Con esto, se han aniquilado millones de personas a nivel mundial.

    Una vez que se conoce esto, uno toma su decisión. ¿Debemos o no utilizar esta forma de producción de energía? En mi caso, debo decir que me encuentro en un punto neutro. No puedo decir que la producción de energía nuclear es un proceso inofensivo, porque sé todas las consecuencias que esta trae. Pero tampoco puedo dejar de lado el hecho de que esta sea “limpia” y bastante efectiva. Así que, diría que estoy a favor de la utilización de energías nucleares, pero cuando se tenga el conocimiento suficiente acerca de esta y se utilicen los métodos más seguros para la población. Si no se puede garantizar la seguridad de la población que rodea la planta, mejor evitar el uso de esta.

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  2. En cualquier proceso productivo es necesario realizar un análisis costo beneficio en la toma de decisiones. En el caso del uso del uranio, debería ser igual. Deben considerarse los pros y los contras de su utilización como fuente de energía en la vida del hombre.

    Actualmente, el uranio es un factor de gran relevancia en la producción de energía nuclear, energía eléctrica, térmica y mecánica, así como en la medicina nuclear.

    Si bien este elemento constituye una poderosa fuente de energía, como nos dice Juan Luis François Lacouture (2012) “una pastilla de uranio, que mide menos de un centímetro de diámetro por uno de altura, equivale a 810 kilogramos de carbón, 565 litros de petróleo y 480 metros cúbicos de gas natural. Al fisionarse, genera un millón de veces más energía que durante el proceso de combustión”; la principal problemática relacionada al tratamiento de los residuos radioactivos que se generan en todo el proceso de extracción y utilización del uranio continúa presente.

    A la fecha, los residuos altamente radioactivos se están acumulando en las centrales nucleares, con los consecuentes riesgos para el medio ambiente, así como para la salud y la seguridad de la población. Además las alternativas al almacenamiento de residuos como transmutación, reprocesamiento, enterrarlos en el lecho marino o en hielos antárticos, son soluciones que podrían conllevar otras consecuencias.

    Si a esta situación le agregamos la utilización del uranio para fines bélicos, los costos asociados se incrementan. Por lo que, en los últimos años, algunos países están realizando investigaciones sobre otro elemento que podría sustituir al uranio en la generación de energía, el torio (Th).

    Indican quienes investigan sobre el uso de este elemento que “es más seguro, más abundante y no se puede usar para hacer armas nucleares”. (Harrabin, 2013)

    Carlo Rubbia, científico de la Organización Europea para la Investigación Nuclear, indicó a la BBC que el torio “es capaz de pararse a sí mismo sin ninguna intervención humana… Sólo hace falta apagar el rayo estimulante”. Por lo tanto, el riesgo latente que existe en una central nuclear por ser el uranio altamente explosivo, no está presente con este otro elemento químico.

    Los científicos de Organización Europea para la Investigación Nuclear estiman que la utilización del torio no generaría productos “de desecho de larga vida. …después de alrededor de 400 o 500 años toda la radioactividad se habrá disipado”.

    No obstante esta posible alternativa para la generación de energía nuclear se encuentra en desarrollo y aún en proceso de investigación. Incluso, algunos físicos nucleares consideran que las ventajas que se le atribuyen al torio son simplemente teóricas.

    Ante este panorama, no deja de ser preocupante cuál es la verdadera solución o alternativa que permitiría disminuir o preferiblemente eliminar los altos costos para la salud que tiene el uso del uranio en la producción de energía. Así que, como ya mencioné en mi comentario anterior, la utilización de energías nucleares debe realizarse con el conocimiento suficiente acerca de esta y con los métodos más seguros para la población. Si no se puede garantizar la seguridad de la población, mejor evitar el uso de este tipo de energía y dedicar todos los esfuerzos y recursos económicos para la investigación y el desarrollo de energías y tecnologías renovables.

    Referencias

    Harrabin, R. (6 noviembre 2013). Torio, ¿el combustible nuclear del futuro? . BBC Mundo. Recuperado de http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/11/131031_ciencia_torio_combustible_nuclear_np

    Lacouture, J (2012) Sólo 19 por ciento de la electricidad en México es limpia y de ésta, 3.5 viene de fuentes nucleares. Boletín UNAM-DGCS-540. Dirección General de Comunicación Social, Universidad Autónoma de México. Recuperado de http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2012_540.html

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